Estudiantes UPNA EN EL MUNDO. José Luis Iriarte Ruiz, Licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Derecho

José Luis Iriarte, licenciado en Administración y Dirección de Empresas y Derecho por la UPNA, quiso conocer el ejercicio de la abogacía en una gran firma de abogados. Para cumplir este objetivo eligió como destino para su práctica internacional la oficina en Bruselas del Despacho Cuatrecasas, Gonçalves Pereira.

José Luis en la Grand Place

1.- José Luis, estás realizando tu práctica en uno de las firmas de abogados española  de mayor prestigio internacional ¿la experiencia está respondiendo a tus expectativas?

Lo cierto es que sí. Yo ya había estado de prácticas antes en un despacho, aunque por poco tiempo, así que ya sabía lo que me esperaba más o menos. No obstante, la dimensión y proyección de Cuatrecasas, Gonçalves Pererira me ha abierto nuevas perspectivas muy instructivas para mí.

Cartel de entrada del despacho

2.- ¿Cómo es el día a día en un despacho de estas características? ¿qué casos y tipos de clientes tiene la oficina? ¿cuáles están siendo tus funciones?

Es una pregunta complicada. No suele haber dos días iguales, el trabajo en un despacho no es en absoluto repetitivo, un día tienes que buscar jurisprudencia para un caso, otro día tienes que traducir unas alegaciones para un cliente, otro  te piden que redactes un resumen de una norma para una revista jurídica… La única constante es que siempre hay bastante trabajo.
Generalmente, este tipo de despachos suelen trabajar para grandes empresas multinacionales, tanto españolas como extranjeras, y cubren casi todas las áreas de la práctica jurídica, si bien, el equipo en el que estoy se dedica exclusivamente a Derecho Comunitario y de la Competencia.
Mis funciones cambian mucho de un día para otro, a veces tengo que ayudar con traducciones, otras veces ayudo a  buscar jurisprudencia que apoye nuestra postura en un caso. Se podría decir que mis funciones son apoyar en todo lo que sea necesario a los miembros del equipo en sus actividades…

José Luis con sus compañeras de oficina

3.- ¿El vivir en Bruselas te ha resultado enriquecedor? ¿qué es lo que más te ha gustado de esta ciudad?

Siempre es una experiencia agradable el vivir en otra ciudad por tu cuenta, y más si es en un país como Bélgica que, salvo por el clima, es bastante bonito. Bruselas es la capital de Europa, lo que le da un especial realce en los aspectos jurídicos y económicos, que son de gran interés para mí. Además, tienes a un momento en tren otras ciudades como Brujas o Gante, que son joyas históricas y arquitectónicas, incluso puedes hacer una escapada a Ámsterdam o hasta a Londres…
Es cierto que se echa de menos a la familia, a los amigos, a la novia, pero merece la pena, por lo que tiene de formación en el plano profesional y de experiencia enriquecedora en lo personal.
Bruselas es una ciudad en la que hay mucha juventud de muchos países y en situación parecida a la mía. Además  tiene muy buen ambiente, y  la gente es en general amable. ¡Por no mencionar las estupendas cervecerías que tiene!

4.- ¿Esta experiencia te ha servido para despejar dudas sobre tu futuro y vocación profesional?

Sí, me ha servido para orientarme mejor, creo que ya tengo las cosas claras sobre que quiero hacer con mi futuro profesional además de cuáles son mis puntos fuertes y débiles.

5.- ¿Alguna anécdota de tu estancia en Bruselas?

Cuando estás en la carrera siempre escuchas que en los despachos se trabaja mucho, que no hay una hora real de salida, que en los despachos americanos los “juniors” tiene saco de dormir, etc. La verdad es que hasta que no lo ves no eres consciente de que es muy común el tener que quedarse hasta tarde para terminar un trabajo o para enviar un escrito porque el plazo se te echa encima.
En una de esas ocasiones, el equipo de Bruselas teníamos que hacer una notificación para un asunto ante el Tribunal de Justicia y el plazo se acababa ese día a las 12 de la noche. El documento que debía presentarse se termino esa misma tarde.
Para llevar a cabo una notificación ante el Tribunal de Justicia se requieren muchísimas formalidades como son la entrega del escrito original, acompañado de  copias firmadas y el envío te toda la documentación por mail. Por si eso fuera poco, todas las páginas de los anexos deben ser numeradas a mano.
Normalmente, en las oficinas grandes esto lo suelen hacer equipos de reprografía que saben hacer este tipo de cosas en un momento y permiten a los abogados seguir con otros asuntos. La oficina de Bruselas no es muy grande así que, al final, todos hacemos de todo.
En nuestro caso, el original del escrito (incluidos los anexos) lo componían varias carpetas de gran tamaño, las cuales hubo que numerar y hacer copias, seis en total, 5 para el Tribunal y una para el despacho. Hasta aquí no hubo mucho problema, nos llevó unas horas hacer esto. Es un trabajo más costoso y lento de lo que parece a simple vista, especialmente si el documento original es largo y las fotocopiadoras tienen un mal día, que lo tuvieron.
Una vez terminamos las copias, preparamos la carta para el Tribunal, empaquetamos todas las copias  y llamamos a un taxi para que hiciera la entrega en Luxemburgo. En ese momento eran aproximadamente las 8 y media de la tarde. Normalmente la oficina cierra a las 8 de la tarde, aunque, como ya he dicho, es común quedarse más tiempo.
La siguiente fase de la notificación es enviar una copia escaneada del original al Tribunal por mail. Aquí empezamos a tener problemas. El escrito propiamente dicho no es problemático, ya que se trabaja a ordenador, pero los anexos son otra historia, ya que son documentos que es necesario escanear para poder enviarlos.
Las fotocopiadoras y escáneres llevaban todo el día trabajando y consideraron que ya habían hecho suficiente y que no tenían que trabajar más, así que empezaron a dar todo tipo de problemas: se atascaban, escaneaban mal, doblaban las hojas…
Mientras intentábamos escanear los anexos, con el original y todas sus copias en la caja y siendo casi las 10, nos dimos cuenta de que el taxista al que habíamos llamado seguía sin dar señales de vida. Volvimos a llamar a la empresa de taxis, la cual se había claramente olvidado de nosotros, y a eso de las 10 metimos la caja en el maletero de un taxi cuyo conductor nos aseguraba con mucha confianza que él era capaz de llegar a Luxemburgo en menos de 2 horas cuando lo normal es necesitar casi 3.
Mientras, seguíamos peleándonos con el escáner que no quería hacer su trabajo como es debido. Al final nos vimos obligados a escanear todos los anexos en tacos de entre 20 y 40 folios, lo cual nos llevó una eternidad y casi a la desesperación.
A las 11 y media conseguimos enviar todos los documentos por mail al Tribunal. Nos desesperamos un poco aunque también nos reímos bastante. Aunque lo mejor fue cuando nos enteramos que el taxista había llegado a tiempo.

En el Atomium

6.- ¿Recomendarías realizar una práctica internacional a los estudiantes que estén pensando en hacerlo?

Por supuesto, es una forma de ganar experiencia laboral, de mejorar tu conocimiento de un idioma y de vivir en otro país unos meses por tu cuenta. Es una oportunidad que no se puede desaprovechar.
Además, puedes conocer gente interesante, tanto en lo que son las prácticas como fuera de ellas, hacer turismo y conocer mundo.
 

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